sábado, 2 de abril de 2016

El ciclo de la vida

Ayer lucia el sol, hoy llueve. Mañana quizá de nuevo luzca el sol.

Todo es ciclo.

Contaban los antiguos que antes que la vida pueda ser ya existe eso que llamaban caos, y sobre ese caos, en él, ya esta presente un principio, una fuerza, un poder primordial, nacido del propio caos. Y, ese poder actúa, da lugar al orden a partir del caos, de ese modo nacen las formas coherentes, que se encarnan en la materia y hacen ser al cosmos, al orden, la luz, pero ese cosmos, ese orden, esa luz no destronan al caos si no que son cual pequeña isla en medio de un mar sin limites. Y, es que el cosmos nace y es pero nace y es en el caos. Por ello todo lo que se compone termina descomponiendose, el orden vuelve al desorden, la luz a la oscuridad. Y, vuelta a empezar. Todo lo que nace muere y es precisamente esa muerte lo que sirve de puerta a un nuevo nacimiento. Todo es cíclico, no existe pues caos sin orden, ni orden sin caos


El ciclo de la vida tiene un ayer, un hoy y un mañana; ciclo son los días, las estaciones, los años y las generaciones. Pero no son los ciclos solo en el tiempo, lo son también en cada instante. Ahora mismo, oculto tras las esquinas del orden, se encuentra presente ese caos al que ese orden quiere volver para volviendo poder renacer en un orden nuevo, de ese modo quiere la lluvia agotarse, para poder cesar, busca colmar su medida, y dar así nacimiento a un día sin nubes y puro sol, que a su vez clamara llamando a la lluvia.

En eso consiste el ser de las cosas, humanos incluidos, en ir siendo. No otra cosa es la vida.

Si el caos es inalterable, pura permanencia, ausencia de forma, la vida es todo lo contrario. Es la vida puro fluir, forma que cambia para poder seguir siendo forma, semilla que necesita ser raíz para ser tallo y ser fruto que vuelva a ser semilla. Cada vida, cada fluir, cada forma son adaptación a toda la vida, a todo su fluir, a su momento en el cosmos.


Soy, en el momento oportuno, un fragmento de orden en el caos. Y, a veces hasta me da la sensación que lo comprendo.

7 comentarios:

  1. Pues fíjese si lo comprende que he ido a escribir mi anterior comentario sobre los piropos y los ciclos y crisis antes de leerle a usted, ¿casualidad o causalidad? Sólo usted y Dios o Dios sólo lo sabe, si es que a usted también le parece casual o causal con asombro.

    Vicent

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "¿casualidad o causalidad?"

      La casualidad no me convence, veo más bien el mundo, Vicent, desde la perspectiva de la causalidad, pero desde una perspectiva amplia, es decir, nada es por si solo causa de nada si no más bien todo es causa de todo y nada hay que no sea consecuencia de ese todo y a la vez causa de él. No estoy segura pero pienso que ver de este modo la causalidad nos acerca al concepto de sincronicidad que usa Jung



      Eliminar
  2. "Es parte de la imposibilidad, del no encuentro, de los no encuentros"
    Me explico: Yo jugaba al ajedrez y podía controlar más de veinte jugadas hechas en un futuro por mi contrincante, yo era un mediocre jugador, no, no era un paranoico, pero sí un mediocre jugador, los grandes maestros no llegaban a diez o a quince.
    Hay algo milagroso en el "concepto" heideggeriano, no, no tenemos complejo de inferioridad al planteárnoslo, no es el concepto heideggeriano la "Verdad", que no es lo importante sino la intención. Hay otro "concepto", el mío, que es todo menos mío. Y aquí dejo clara mi relación con usted.

    Vicent Adsuara i Rollan

    ResponderEliminar
  3. A veces por proteger a alguien momentáneamente, por miedo y por un malentendido creamos los arquetipos de otras personas a las que queremos, sólo las razones de la justicia son las que nos mueven, por eso una vez pasado el tiempo tendemos a volver a posibilitar encuentros libres, pero con el límite del Padre, a esa persona.
    Es como el jefe del estado que por el bien de su pueblo o eso cree, elimina a un grupo político o social ¿tiene arreglo? Yo creo que sí, sólo hace falta ver el misterio que hay en el Innombrable, en aquella realidad que sólo existe en la justicia y que la soporta quien ha sido ese rey durante toda su vida o parte de ella, Dios o los dioses.

    Vicent

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "sólo hace falta ver el misterio que hay en el Innombrable"

      Ya, pero eso nos lleva a preguntarnos de que modo se puede hacer visible lo que habitualmente permanece invisible, ese misterio. ¿No?

      Eliminar
  4. Usted sabe tan bien como yo cual es la manera de hacerlo visible, la muerte, pero hemos de llegar a ella eligiendo nuestro "destino" y sólo eligiéndolo nosotros, es una condición sine qua non para llegar a hacerlo visible.
    Una vez le hablé del vacío, yo creo que hay hombres del Vacío, que aman el vacío y otros que aman la Eternidad, son un complemento que hay que buscar y encontrar, pero en el más sagrado límite, el del Innombrable, que lo es de justo y también, como no! Santo.

    Vicent

    ResponderEliminar
  5. Curioso, si le he entendido bien y esta diciendo lo que me parece que esta diciendo. Habla usted como alguien que ha pisado una senda que pocos osan pisar y habla por lo tanto con experiencia en ello y no por mero hablar.
    Si como parece ese es el caso no le voy negar que me gusta esa senda y más a donde lleva, tampoco negare que algo sé de todo ello. Más la finalidad del blog Todo es viento es humilde y ese asunto va mucho más allá de lo que pretendo contar en él, solo tocare ese aspecto, si es que lo toco, desde muy lejos, aquí, y nunca de cerca.

    ResponderEliminar