Tras llevar unas semanas
en un foro de paganismo actual, y viendo el mal ambiente que a veces
se genera, hay algunas palabras que me gustaría decir:
...Sócrates, Platón y
Aristóteles, son probablemente los tres filósofos más conocidos de
la Grecia pagana, pero ninguno de ellos encaja bien en la definición
“habitual” de pagano si por paganismo entendemos las creencias
religiosas de los habitantes del campo, que es lo que significa
literalmente. De hecho Sócrates fue acusado de enseñar a la
juventud lo que los cristianos llaman “herejías” y un jurado
popular formado por 500 de sus conciudadanos lo encontró culpable y
condeno a muerte. El paganismo es un fenómeno religioso mucho más
complejo de lo que se suele admitir. En realidad, aunque el caso de
Sócrates, por su dureza es una excepción, la historia del paganismo
grecolatino esta repleta de desencuentros y roces entre las distintas
formas de entender y vivir, ya entonces, el paganismo.
Hay un paganismo que solo
ve arboles y deduce que el bosque no existe, otro que también solo
ve esos arboles pero deduce de ello que el bosque existe. Se me ha
dicho que si no queremos que el paganismo se confunda con el
monoteísmo abrahamico debemos negar la validez del segundo tipo de
paganismo. Lo que me dejaría fuera del paganismo, pues si creo en la
existencia del bosque.
Pienso que lo correcto es
otra cosa, admitir como validos ambos tipos de paganismo y para
evitar la confusión con el monoteísmo abrahamico simplemente
señalar las diferencias que ambos paganismos tienen con ese
monoteísmo absoluto. Si nos da miedo que un paganismo, que formula
preguntas difíciles y da respuestas complejas sobre la Naturaleza y
la divinidad, nos resulte confuso entonces simplemente expliquemos
bien ese paganismo, pero no por miedo a ello lo debemos negar.
Pero si lo negamos,
incluso si lo desprestigiamos, no tiene nada de raro que esos otros
paganos no quieran entrar en un choque de creencias, pues debatir es
una cosa y chocar otra. Por lo tanto si nuestra voluntad es debatir
sobre ello nos debemos expresar de un modo que invite a ello y por lo
que he visto hasta ahora nuestras palabras, el modo en que las
elegimos y nos expresamos más parecen una amenaza de “choque”
que una “invitación” a debatir. Por supuesto hay otras causas,
supongo, pero pienso que esa es una de las que están presentes en
el paganismo actual a la hora de generar mal ambiente, malos rollos y
desencuentros innecesarios. Hablar como si nuestra opinión no fuera
una opinión si no la verdad invita a chocar, no a debatir. Incluso
si lo que opinamos y la verdad fueran exactamente la misma cosa.
Es desde las opiniones
como nacen y se generan los debates, desde la “verdad” solo se
generan choques o rebaños.
Hay dos palabras
verdaderamente “mágicas” a la hora de iniciar y hacer continuar
un debate y son: “yo opino..”
Sin su magia no hay
debate.