viernes, 11 de septiembre de 2015

La vida, ese misterio


Tras leer y releer mis presentaciones anteriores, descubro, con cierto, horror momentáneo, que no logre gran cosa o nada. Me leo, pero no me veo en lo que leo.

Yo no soy "eso", del mismo modo que no son los zapatos la caja que los contiene.

Pero el horror se me va cuando reflexiono y comprendo que pretendía lo imposible.

Buscaba definirme, peque de ingenua, es imposible definirse. Soy un ser humano y los seres humanos somos seres vivos y lo vivo, la vida, es siempre misterio, viento y velo.

Cuando perseguimos su secreto se nos escapa, cual agua entre los dedos. Cada vez que descorremos un velo es para ver que ocultaba otro aun más profundo e intimo, pero velo también que a buen seguro, a su vez, nos oculta otro.

Solo soy, como cualquiera, una chispa de luz en un mar de luz. Un fragmento de vida, en un espacio y un tiempo, en medio del cosmos. Una sombra danzando en la penumbra. Una mirada que a veces no ve y otras ni sabe lo que ve.
Un corazón y un latir, un ansia.

Todo es misterio. Misterio es la oscuridad y misterio es la luz. Misterio el instante y misterio el futuro, si es que llega, y misterio es el pasado que les da el ser y que no sabemos a donde se fue, si es que se fue.

Toda hoja tiene su envés, toda cara su otra cara y toda faceta otras mil. Toda luz, salvo en la nada, proyecta sombras y toda sombra es hija de esa luz y de la oscuridad. De hecho es la oscuridad la que nos permite ver la luz, ya que sin oscuridad la luz nos ciega.

Sin sombra no hay vida.

Misterio, viento, velo.


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