viernes, 28 de agosto de 2015

30 no son 40

No es un cumpleaños como otro cualquiera. Me ha hecho repensar un montón de cosas.

El tiempo y sus momentos, las oportunidades que se ven o no, que llegan y pasan, que se aprovechan o desperdician.
El instante fugaz de la repentina duda, aparece de golpe, sin previo aviso y al parecer se niega a irse.
Las ilusiones, las esperanzas, los sueños, los proyectos, las intenciones...
Lo posible y lo imposible.
Que hacer, que no.
En que confiar, a que renunciar, en que centrarme.
Temor a vivir soñando en lugar de despierta y a no querer despertar.

Me cuestiono mi existencia, mi vivir y la vida toda como no lo había vuelto a hacer desde mi pubertad; pero entonces era distinto. Por entonces todo parecía que algún día sería posible, hoy en cambio ya no lo tengo tan claro. Hoy, ahora, lo que tengo es un mar de dudas, embravecido y en el que parecen a punto de naufragar mil esperanzas o quizá solo una, esa que en cierto modo es la única que en verdad importa si solo una ha de salvarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario