Su nombre es Carla o vamos
decir, aquí, que ese es su nombre, que es más o menos lo mismo.
Hay varias cosas, muchas en
realidad, que me llaman la atención en Carla. Una de ellas que, al
menos en publico, cuando interactua con otra gente se pasa el 60% del
tiempo riendo y el resto sonriendo y cuando digo el 60% seguro que
me quedo corta. Lo hace con todo el mundo, hombres o mujeres,
independientemente de la edad y le conozca o no. A alguien que como
yo es bastante “ogro”, que rara pero muy rara vez sonríe y que
pueden pasar meses sin que ser humano me vea reír, algo como esto me
llama la atención.
Normalmente, en otras
circunstancias a alguien que hace eso, lo que ella hace,
inmediatamente lo catalogaría de mente simple y estoy usando un
eufemismo cuando digo eso. Pero no puedo catalogar de ese modo a
Carla, pues hay demasiados detalles en ella, aunque ahora no venga a
cuento detallarlos, que lo contradicen. No, Carla no es simple para
nada. Por lo tanto encuentro en ella un misterio que, por ahora al
menos, aun no he resuelto.
He pensado, buscando posibles
explicaciones, que quizá es victima de un suceso de su infancia, que
en algún momento de su primera infancia alguien la valoro de un modo
similar a como fue valorada una de las niñas de las que hablo en un
articulo ya publicado. Fue valorada no por ella misma si no por la
capacidad que en ese momento mostró para alegrar la vida y hasta
hacer reír a otros. Y, se quedo con la “copla” y desde entonces
sus intentos de caer bien a la gente y ser estimada radican su
estrategia en transmitir alegría, incluso cuando en realidad por
dentro pueda incluso estar llorando. Pues buena parte de su risa más
parece destinada a ser oída que liberada.
Pero, no puede ser eso
solamente. Hay algo más. Como ya he dicho ella no es simple. Es de
mente y corazón complejos, profundos si lo preferís expresar de
este otro modo. Extensos. Eso, seguro, no me confundo.
Solo dos veces la vi fuera de
sus risas y sonrisas. Adentrada en furia. Una fue le día, la noche
más bien, en que nos enteramos de la muerte, injustificada,
innecesaria, vana y causada por mera necedad humana de un grupo de
personas. Eso la enfureció y fue furia, rabia y dolor lo que
entonces grito. La segunda ocasión no grito nada, pero hablo alto y
claro, interviniendo para evitar una absurda pelea a puñetazos entre
un grupo de necios amigos de tales cosas. Y, lo consiguió, en ambas
ocasiones vi su temple y que tiene un fuerte instinto de justicia. Y,
no me encaja ese temple con ese no saber parar de reír, ni la
velocidad con la que es capaz de adaptarse a giros inesperados en
una conversación, es de inteligencia rauda y por lo tanto eso
tampoco me encaja con la posible explicación, simplona, que de su no
saber parar de reír he dado antes.
¿Qué sucede entonces con
Carla?
Cada vez que la veía no podía
dejar de hacerme la pregunta.
Pues bien, es posible que haya
por fin resuelto el misterio.
Esta tarde mientras ella reía
yo me baje un puñado de paginas web para mirar luego en casa, ya en
casa vi que había otro puñado, bajado hace ya tiempo, que aun no
había leído y me puse a ello. Encontré en una de estas últimas
material, pienso, para una entrada que publicare en otro blog, uno
que no es mio, pero entre ello una cita que me parece y creo no
equivocarme que engarza directamente no solo con un tema que tengo
pendiente desarrollar tanto en este como en ese otro blog si no, que
es lo que importa hoy, con el misterio llamado Carla.
Esa cita es de un taoísta del
que ni tenia noticia de su existencia pero que hablando del camino
hacia la felicidad nos dice:
“La gran mayoría de las
personas
qué vacía y mal se siente, porque usa
las cosas para deleitar su corazón,
en lugar de usar su corazón para
disfrutar de las cosas. ”
qué vacía y mal se siente, porque usa
las cosas para deleitar su corazón,
en lugar de usar su corazón para
disfrutar de las cosas. ”
Lo primero que pensé es que esa
cita me viene genial, ya que expresa a las mil maravillas lo que
pienso sobre el sentido de la vida y por lo tanto lo que pretendo
decir el día que hable de ese amigo mio que no le encuentre ninguno
a la vida, lo que pretendo decir si algún día, como pretendo, hablo
de un tal Cioran y la razón que hace que tal hombre, su modo de
ser, me repela. Pero tras un instante, un poco largo pero instante al
fin y al cabo, me dí de cuenta de que esa puede ser la razón
profunda que explique y con ello se resuelva el misterio que
encuentro en Carla.
Puede que Carla no sea taoísta,
puede que ni sepa lo que es el taoísmo, pero bien puede ser, y
cuanto más lo pienso más me parece que en efecto es, que sepa ella,
sin que nadie se lo haya enseñado hacer uso “ de su corazón para
disfrutar de las cosas”. Simplemente eso, Que sabe lo que la
inmensa mayoría de nosotros ignoramos.
Un día de estos en que la
ocasión se me muestre oportuno lo tendré que hablar con ella, a ver
que es lo que me puede enseñar sobre ello. Pues cuanto más lo
pienso más me parece que entre lo que ya sospechaba ayer y lo que
recién he comenzado a sospechar tengo por fin el misterio resuelto.
Yo creo que una persona que está en el lugar de Padre, como Carla, se debe al mundo, utiliza su corazón para mecerlo, para amarlo, para protegerlo, Carla es la Virgen o si fuese hombre Cristo, es un alma ¿buena? Yo he dicho miles de veces que no hay bueno ni malo, pero Carla, como todo bufón, de los que la Thorá dice que traerán al Mesías, y como todo padre no mira lo que ella es para el otro, sino lo que el otro es para ella. Usted ha acertado, creo yo con Carla.
ResponderEliminarVicent
Sobre el bien y el mal hay mucho que matizar me parece, pero tiene usted razón, Carla mece, ama y ptotege.
ResponderEliminarUna mosca, La Mosca, revolotea sobre mi escritorio. Y ¿Quien es la mosca? El innombrable.
ResponderEliminar¿Cómo hacer ver a una persona que no le va a pasar nada? ¿Cómo hacerle ver que esa persona hermana y yo vamos en el mismo barco y yo tengo claro mi rumbo, mi futuro?
Recuerde lo que le dije: Lo que la Mujer quiere lo quiere Dios. (Jacques Lacan).
El Innombrable.
ResponderEliminarNo, no ha sido sólo la mayúscula. Usted lo ha notado, y ... ya lo sabe.
ResponderEliminarVicent
Aunque tenga poco que ver con el hecho en concreto, le preguntaré: ¿Se da cuenta como fue un acto de intuición divina la creación por el Hombre de la obsolescencia planificada?
ResponderEliminarVicent
Dicen los cristianos, si no recuerdo mal, que el diablo es un gran imitador. Me parece que entiendo lo que quiere decir Vicent, pero desde mi punto de vista lo que se suele llamar obsolescencia planificada no es más que una forma de estafa, cosa muy distinta es la llamada intrinsica
EliminarLo que acaba de vivir sólo pasa 3 veces en la vida, la muerte real (imaginaria normalmente dicha), en primer lugar, la simbólica, ésta, y su muerte imaginaria o dicho normalmente, la real, que vendrá, bueno, eso me lo callo, pero tendrá usted si Dios quiere una larga vida.
ResponderEliminarY disculpe si me he entrometido demasiado en su vida, usted pone los límites de nuestra relación, así que si Dios no me llama, hasta otro artículo.
Vicent
He vuelto. Muerte simbólica que es igual a nacimiento simbólico, en mí fue "Naixement simbòlic", en cada uno es una cosa diferente, pero siempre positiva en todos los sentidos. La muerte no existe, y me prohibieron un artículo sobre ello en la red, no le diré quien; todo vive, a su manera, pero todo vive, la vida no se crea ni se destruye, sólo se transforma, al igual que la misma materia, que tiene su propia vida.
ResponderEliminarVicent Adsuara i Rollan
Y ahora comprobará, a pesar de que difícilmente lo podrá trasmitir, que hay más que personas y máquinas. No, no se ha vuelto loca, habrá de aceptarlo, aceptar la magia de la vida. Una nueva vida le espera, y mucho más placentera.
ResponderEliminarVicent
Sea bien intencionada con ellos a su manera y sólo acuda a ellos cuando los necesite, serán unos amigos de los que ya no querrá, en el buen sentido, prescindir.
ResponderEliminarVicent Adsuara i Rollan
Ahora sí que le dejo, no sin preguntarle por los límites de ésta, nuestra relación, si le he ofendido en algo o algo no ha entendido, me lo dice, aunque esto último o por esto último poco podré hacer, yo sigo a mis ... a los míos.
ResponderEliminarVicent
Es muy difícil faltarme, Vicent, ya que no me suelo dar por aludida pero en su caso lo veo imposible. En ningún momento lo ha hecho, seguro.
EliminarEso sí, a veces, no le entiendo al cien por cien.
Sólo le he faltado a mi verdad 3 veces, esta es la tercera, dejo la red por un tiempo, mi relación con usted ha sido excelente y espero que en el futuro me vuelva a encontrar, no sólo he aprendido sino que he hecho rodar por caminos que usted desconocía o ya olvidados y yo por sendas que sólo la buena gente sabe dar, sea como sea su "Style".
ResponderEliminarVicent
Le echare de menos, ha sido usted un excelente compañero de viaje.
Eliminar¡Suerte en el camino!
Gràcies de tot cor.
ResponderEliminarVicent Adsuara i Rollan
Yo soy la que debe aquí dar las gracias, Vicent. Y, tenga por seguro que soy muy consciente de ello,
ResponderEliminar