miércoles, 11 de mayo de 2016

La muerte me enseña a amar

Dado que nací todo me indica que algún día, más pronto que tarde, moriré. Mi muerte y yo somos viejas compañeras de camino, que aun no nos hemos encontrado frente a frente, no del todo al menos, pero que el propio camino terminara haciendo que nos encontremos y me abrace ella y yo a ella. Tanto tiempo nos llevamos observando la una a la otra que hay ya una larga lista de cosas que he aprendido de ella y gracias a ella.



He aprendido a amar mejor, y a no confundir ese verbo con otros.

Recuerdo un consejo que daba un psicólogo, para ayudar a que los matrimonios no se terminen rompiendo. Aconsejaba a cada miembro de la pareja recordar, siempre, que el otro se puede ir y de esa forma se le puede perder. Eso se supone, y lo creo, que dado que queremos a la otra persona, y por ello, no la deseamos perder, ese nos motiva para dar a dicha persona todos los motivos que podamos para que no nos deje y ninguno para que nos deje. Me parece un sabio consejo, seguro que suele funcionar. Pero es un consejo basado en el querer, no en el amar.

La muerte me enseño uno mejor, uno para los que aman o están dispuestos, al menos, a llegar a amar. “Recuerda que algún día morirá”. Al hacer eso recuerdo que en efecto algún día se va ir, no solo de mi lado, si no de la vida misma, que sus días, sus horas, se habrán terminado. Entonces todos los velos con los que mi propia vida envuelve a esa persona se me van, ya no es la persona que me aporta esto o lo otro, de la que espero, pretendo, quiero, busco, esto o lo otro. Se convierte ante mis ojos simplemente en ella, con todo lo que eso implica, su piel no es ya la piel que yo amo, si no esa piel real, la suya, que suda y es capaz de pasar frío, que la envuelve y protege pero puede a su vez ser dañada, que contiene un universo entero que la trasciende, es esa persona, ella, que vive su propia vida, desde su propio ser y con todo lo que ello implica. Un milagro en si mismo. Pero un milagro que algún día, quizá pronto, quizá ahora mismo morirá y ya no estará a mi alcance, no a menos al alcance de mis propias particularidades y peculiaridades. Ya no le podre dirigir la palabra, ni la vista, ni ofrecerle la mano. Ya no la podré ayudar más, ni herir, ni tantas otros cosas...

… Y, es entonces cuando se convierte en sagrado cada instante en el que aun sí puedo dirigir a ella mis palabras, miradas y tiene mi mano forma de dar con la suya. Y, eso, al recordar todo eso, hace que todo lo que yo quiero, anhelo, espero, deseo, busco, para mi pierda peso y lo gane todo lo que ella quiere, anhela, espera, desea y busque. Entonces si estaba enfadada con ella, eso hace que el enfado se diluya; si quemaba puentes entre ella y yo, eso hace que los busque reconstruir. Pero no por un miedo egoísta a que me deje, por miedo a que venga ya la muerte y se la lleve y ya no la pueda volver a abrazar, no por miedo a quedarme sin sus abrazos, que lo tengo, si no por miedo a que se quede ella sin los míos, no por miedo a quedarme yo sin sus palabras, que lo tengo, si no por miedo a que se quede ella sin las mías, no por miedo a quedarme sin sus miradas, que lo tengo, si no por miedo a que se quede ella sin las míos, y temo entonces que mis palabras, mis abrazos y miradas no le aporten a ella lo que pueden y por ello me las miro y remiro buscando hacer de ellas que sean lo que ella necesita, del modo en que lo necesita.

A eso me enseña la muerte a amar mejor. Y, otras cosas me enseña que hoy me voy callar, pero de todas es esa la que más valoro.

4 comentarios:

  1. LILITH:Permite que te diga que eso que llamamos "muerte", no existe. Biológicamente cada día millones de células de nuestro organismo se renuevan, se exfolian, y así en un proceso contínuo. Los seres no somos solamente este aspecto humano que podemos ver en el espejo,el cual no pasa de ser el 20% de nuestra Unidad existencia. El 80% restante de nuestro Ser, es invisible a nuestros ojos,pero es quien realmente nos permite la Vida, mediante la Energía que nos proporciona. Además, todos aquellos seres con los cuales nos unen lazos de Amor, de comprensión, de empatía, siguen estando con nosotros, aunque ya se hallen " del Otro Lado". Sé feliz, LILITH !! Cordiales saludos.

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    1. Hola Beatriz.

      ¿Permitir?

      Pues claro, precisamente para que me cuentes ese tipo de cosas te he buscado. Te encontré en los comentarios a esta entrada de otro blog.

      http://unpocodesabiduria21.blogspot.com.es/2013/04/la-religion-no-es-acerca-de-dios-2005.html

      Me gusto lo que decías y cuando entre en tu blog me sentí segura de que mi primera impresión había sido la correcta. Ese blog abala tus palabras cuando, fuera de él, hablas de lo otro, pues me indica que no son solo palabras, que hablas con conocimiento de causa. Y, por lo tanto estoy seriamente interesada en cualquier cosa que consideres oportuno decir sobre estos temas.

      En cuanto a lo que me comentas, básicamente estamos de acuerdo. Pero voy matizar mi postura:

      La realidad es multifacetica, y lo que me dices es correcto y verdadero desde una de las perspectivas posibles, pero solo desde ella. Hay otras y ninguna perspectiva es la verdadera o correcta, pues aun siendo verdadera y correcta las demás también lo son o cuando menos lo pueden ser. Por eso ninguna de esas perspectivas se debe confundir con la verdad ya que solo es en realidad una parte de ella y no su totalidad.

      La perspectiva desde la que hablo en el post no es la del absoluto, la del alef o la del ser de Parménides. Pero si es igual de correcta. Existimos en la eternidad, desde la eternidad y por la eternidad. Por ello no hemos nacido y por ello no podemos morir. Pero eso solo es una faceta de la realidad y no me parece adecuado confundir una de sus facetas con ella misma. Por ello estoy de acuerdo con lo que has dicho pero sigo también de acuerdo con lo que dije yo. Ambos discursos se complementan, no se oponen. Las veo pues como aportaciones complementarias.

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  2. Yo aprendí a amar aceptando y algo más mi muerte, la de los míos espero controlarla, aunque no es un acto de egoísmo me da mucha nostalgia sentir que no puedo tener en carne y huesos a los que amo, es algo que nunca puedo concebir, la muerte de los otros, sí la mía, quizá sea el egoísmo del hijo, no es mi caso, claro, pero del hijo que quiere morir después de su madre, sabiendo el disgusto que le va a provocar, pero no es miedo, es nostalgia, es lástima, es pena.
    Y de la señora Beatriz estoy completamente de acuerdo, no es todo lo que vemos de la existencia, igual que yo le indicaba en el anterior artículo que Calderón de la Barca hablaba de que la vida es sueño, sé y lo sé ciertamente, que hay un universo dentro de los infinitos Universos y un Unvierso dentro del infinito Universo. Todo es innombrable, como la realidad de Dios. Es prácticamente inexplicable, pero tan real como lo imaginario y tan imaginario como lo simbólico o lo real.

    Vicent

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  3. Te cuento, Vincent, veo el asunto de lo innombrable del siguiente modo:

    Sí que hay cosas que se pueden nombrar, por supuesto, pero ocurre que en todo hay facetas que ya no caben en las palabras, y pretender lo contrario, encerrarlas en palabras, es como pretender atrapar el aire cerrando el puño, siempre que lo intento me ocurre lo mismo, que el aire se me va entre los dedos y nada atrapo. Cuando se habla a esos niveles las palabras pasan en el mejor de los casos a ser dedos que señalan la Luna. Pero los dedos no son nunca la Luna y por mucho que se busque en ellos la Luna sigue existiendo, pero no habita en ellos. Las palabras son siempre en esto pobres palabras, con frecuencia confusas, a veces más lastre que ayuda, por eso cuando llega el momento y hay que encarar el abismo, lo absoluto, eso siempre de por si innombrable, y dejar que pase lo que entonces pasa, lo mejor, lo inevitable incluso, es dejar las palabras fuera.

    Hay un algo en todo esto que es como vaciar una copa con un viejo vino, para poder verter en ella otro nuevo. Es en el silencio, ese silencio, en él que el Logos se nos vuelve audible, pero no sé si me he explicado o si al contrario con tanta palabra solo he logrado liar más la cosa :-D

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