Como es natural durante esos meses
Internet continuo existiendo, pero yo estaba dedicando todo mi tiempo
libre a reconstruir mis emociones, muy maltratadas con ese inicio de
año. Simplemente aun no faltando tiempo de sobra para otras cosas,
no tenia ni un minuto para Internet. Él se encontraba presente, pero
yo ausente.
Finalmente cuando me di repuesto y
quise acceder al blog descubrí que hacía tanto tiempo que no
entraba en la cuenta de Google que hasta había olvidado la
contraseña. Hice varios intentos, luego más y continué haciendo
más y más, pero nada. Solo había una contraseña que tome la
precaución de conservar por escrito (es imposible de recordar de
otro modo) pero las demás las había perdido en el reino del olvido
y no volvían.
Evidentemente insistí y
evidentemente termine dando con ella. Ahora pienso que podré incluso
recuperar la del Facebook que hice pensando en quizá poder hacer uso
de él para la difusión del blog, blog que por fin puede volver a la
vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario