Por eso es también la época del
año más triste para algunos, pues es tristeza profunda, que muerde
lento, pero hondo, que muy hondo, este ser fiesta y que no la haya,
ni la pueda haber.
Menos mal que todos los años la
Navidad llega, pero luego se va.
Pero en algún lugar hay alguien a
quién amo. Lejos, muy lejos de mí, tan pero tan lejos que no tengo
modo de llegar hasta allí. Y, aunque duele, que duele y muchisimo,
en estas fechas siempre pienso en esa persona y me digo que si las
suyas son buenas entonces bienvenidas sean estas Navidades. Aunque me
sepan a hiel y me desuellen el alma.
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